Al ser llenos de la plenitud de Dios podemos permitir que el Espíritu fluya a través nuestro afectando la vida de los demás. Y, a la vez, podemos permitir que el Espíritu fluya, de los demás a nosotros trayendo revelación de las necesidades y vivencias de los demás.
Al estar lleno del Espíritu de Dios, el mismo que creó el universo y que resucitó a Cristo de los muertos, puedo afectar a mi cuerpo y al cuerpo de los otros a experimentar milagros.
Mi alma no necesita estar sujeta a mi cuerpo, puede trasladarse.
Mi mente no necesita estar sujeta a mi propio conocimiento puede acceder a conocer otras cosas por medio del conocimiento divino; puede conocer cosas del pasado y cosas del futuro, cosas mías y cosas ajenas.
Esa vida en abundancia y ese gozo completo afectan a la plenitud de nuestro ser interior. Nuestro cuerpo se desgasta por la contaminación de mi espíritu y las aflicciones de mi alma
La realidad exterior afecta a mi realidad interior, las células se desgastan por el efecto de la realidad exterior. Mis células se deben mantener sanas. Nuestras emociones negativas afectan a nuestro ADN, lo terminan acortando o enrollando; en cambio, nuestras emociones positivas lo alargan. Esto tiene una trascendencia tremenda ya que terminan por condicionar nuestro futuro y hasta afectan a nuestra herencia.
La primera batalla se libra en nuestro interior y el resultado afecta a toda la realidad que vivimos cotidianamente. Somos el nexo entre las abundantes riquezas espirituales que tenemos disponibles y la confusión y debilidad en la que nos movemos.
Esto nos abre una nueva comprensión acerca de las riquezas en gloria que tenemos en Cristo Jesús.
Una primera comprensión de estas riquezas sería algo etéreo, algo celestial, pero estas riquezas en gloria son recursos que tenemos disponibles para afectar a la realidad que vivimos. La realidad celestial es una realidad que está acá, presente
¿Que son estas riquezas en gloria?
Son recursos que tenemos disponibles en Cristo
Esas riquezas son capaces de producir fortaleza en nuestro interior Efesios 3:16
Suplir todo lo que nos falta. Filipenses 4:8
Conducirnos hasta alcanzar el pleno entendimiento. Colosenes 2:2
Dios las quiere dar a conocer las riquezas de la gloria. Colosenses 1:27
Las quiere hacer notorias. Romanos 9:23
Estas riquezas son inescrutables, incalculables e incontables. Efesios 3:8
Son descriptos como las profundas riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios. Romanos 11:33
Nuestros sentidos perciben la realidad material, de una manera distorsionada por nuestro egocentrismo.
Por otro, lado la realidad espiritual que percibimos es más verídica y real que la realidad material.
Lo material me informa lo que es.
Lo espiritual puede modificar la realidad material.
Tenemos que llenarnos del Espíritu para modificar y construir la realidad material que Dios quiere establecer.
Modificar la salud de nuestro cuerpo y la plenitud nuestra vida interior.
Modificar la salud de nuestras relaciones, afectar a los demás con la vida de Dios; conforme a la abundancia de los recursos que tenemos disponibles en Cristo.